Los empujes verticales de las bóvedas recaen durante el gótico principalmente sobre los pilares que se hacen mucho más estilizados que en el románico y habitualmente son de forma cilíndrica y rodeados desemicolumnillas.
Estas columnillas van aumentando en número a medida que progresa el estilo. Al principio, suelen ser cuatro o seis en los pilares aislados. Pero luego se van multiplicando de tal manera que aparece todo el soporte como un haz de cilindros los cuales se conecta cada uno de ellos a los arcos o nervios de la bóveda.
La descomposición de la superficie de los pilares en múltiples columnillaspermitió establecer una continuidad plástica entre los nervios de las bóvedas y estas columnillas, que subrayaba el efecto de verticalidad de las grandes catedrales.